El sitio exacto de su nacimiento se desconoce, pero es muy probable que fuera en algún lugar de Renania.[1] Rey de los francos (768-814), hijo natural de Pipino el Breve y Bertrada de Laon, su madre, a quien Pipino el Breve hizo luego su esposa oficial legitimando así a Carlomagno, lo educó muy a su manera en la práctica de la misericordia cristiana. Fue nieto de Carlos Martel, quien inició una ambiciosa política de expansión territorial, que lo enfrentó a germanos, bizantinos y musulmanes. En un intento por restaurar el antiguo Imperio romano de Occidente, Carlomagno se hizo proclamar emperador por el papa León III el día de Navidad del año 800 en la iglesia de San Pedro, en Roma.
En sus últimos años, Carlomagno sufrió una cojera producto de una caída desde su caballo pero se sobrepuso a ella y la sobrellevó con dignidad.
A fines de 813 sufrió fiebres. A pesar de ello se empeñó en salir de caza en contra de los consejos de sus médicos. A su regreso, su salud estaba más deteriorada, la fiebre se incrementó y él -como acostumbraba en estos casos- se autoprescribió un ayuno. Murio de pleuresía en enero de 814.